NOVIEMBRE- Lola Fernández Fernández Caballero
Protagonista del mes
NOVIEMBRE- Lola Fernández Fernández Caballero
Proyectos de Crecimiento Continuo con el Inglés
Nunca pensé escribir y ser protagonista de una historia que pudiese ser contada. Soy Lola Fernández, vivo en Herencia y hace ocho años decidí emprender y puse en marcha un centro de formación.
Ábrego es el nombre de un viento de la Mancha, que trae aire y lluvia fresca. Así podría comenzar esta historia con el momento en el que elegí su nombre. Momento clave e importante, tenía que ser el mejor nombre de entre todos los posibles. Llamar a las cosas te hace creer en ella. Los nombres nos anclan a la existencia, a la esencia y a la verdad.
Una vez puesto el nombre lo llené de contenido. Ábrego iba a ser un centro de formación destinado a la educación no reglada del inglés y para eso busqué a los mejores profesores y profesoras que había en nuestro municipio, Herencia, y que estuviesen interesados en formar parte de esta aventura. Se unieron al equipo Mamen nuestra teacher de inglés a la que siguieron Juan Francisco, Eva, Anita, Marina, Beatriz, Silvia, Eduardo, Lidia, Inmaculada y Marta.
Ábrego ha ido formándose con las historias personales y profesionales de todos y todas los que han pasado por él. No se entendería este proyecto sin ellos, los docentes. Pero el verdadero aprendizaje ha venido de nuestros alumnos y alumnas que año tras año con su confianza nos han hecho crecer y superarnos.
En todas las historias hay un final pero el de Ábrego aún no está escrito, lo que si tiene es un pequeño giro en su argumento. Si hace ocho años comencé esta andadura, hoy, es el momento de despedirse y comenzar una nueva etapa dejando a Ábrego en las mejores manos posibles, con el Grupo AKD, otra empresa de formación con su propia historia que acoge una nueva para sumarla a su larga lista de éxitos.
Si algo hace diferente un proyecto empresarial es la carga de humanidad, esperanza y revolución que pongas en él. Ábrego es un ejemplo y nació con tres convicciones: la primera, la creencia de que se puede crecer personal y profesionalmente en nuestros pueblos, la segunda, que somos los verdaderos artífices para que nuestro entorno cambie y sea mejor y por último que generar oportunidades de empleo revierte en una mayor riqueza para nuestra comunidad.
Como esta historia no tiene final no podemos despedirnos, seguiremos escribiendo líneas hasta encontrarnos de nuevo.