CONTEXTUALIZACIÓN DEL PROGRAMA DE ESTIMULACIÓN TEMPRANA M&D #GRUPOAKDcr
Las características de la sociedad actual, globalizada y multicultural están requiriendo la necesidad de unas competencias lingüísticas en varios idiomas. Hoy en día expresarse con fluidez y agilidad en otra lengua, aparte de la materna, es necesario y fundamental. La Comunidad europea requiere de ciudadanos conocedores de más de una lengua para poder desenvolverse e interactuar con distintas personas de toda Europa.
El área de Lengua extranjera desarrollada por el GrupoAKDcr tanto en su versión presencial con las AULAS DE IDIOMAS PCC ENGLISH como online a través de www.blablaenglish.com tiene como objeto formar personas que puedan utilizarla para participar en tareas cotidianas, adecuadas a la edad de cada hablante, en las que se incluyen una gran variedad de ámbitos y discursos, a los que deberán aplicar sus conocimientos de guiones de intervención y utilizar las reglas sociales que los rigen a la hora de desarrollar y utilizar las cinco destrezas básicas, por lo que su uso debe ser el punto de partida desde el inicio del aprendizaje.
Son los propios padres, los que, siendo conscientes de esta necesidad, reclaman escuelas bilingües para sus hijos, escuelas que sepan ofrecer una educación adaptada a los nuevos tiempos; para posibilitar a sus hijos la mejor formación posible.
Además, tenemos que tener en cuenta, que el aprendizaje de la lengua extranjera si se comienza en edades tempranas resulta más sencilla su adquisición. Asher (1969), quien desarrolla uno de los métodos más utilizados para enseñar una lengua extranjera a niños pequeños, considera que el aprendizaje de la lengua materna y la lengua extranjera deben ser procesos paralelos. Los niños responden al lenguaje oral en inglés como lo harían ante las instrucciones de sus padres en castellano, así es como adquieren la habilidad de comprensión auditiva. Durante los primeros años, los niños adquieren un esquema de la lengua que les ayudará a producir mensajes en una etapa posterior. Por lo tanto, cuanto antes comencemos con la enseñanza de otras lenguas, mejores resultados obtendremos; ya que los niños utilizan para su aprendizaje los mismos recursos que para aprender su lengua materna.
El método comunicativo de enseñanza de lenguas que desarrolla Asher pretende ser similar al proceso de adquisición de la lengua materna. Esto supone, aprender una lengua sin enseñanza explícita y directa, sino de forma natural. Este método surge, como reacción a otros métodos más tradicionales que principalmente atendían al lenguaje escrito, y que se centraban en la gramática.
Este aprendizaje temprano de una lengua extranjera fomenta en los alumnos actitudes de respeto y tolerancia hacia otras lenguas y en nuestro caso concreto, hacia el inglés. Valores necesarios en esta sociedad globalizada en la que vivimos.
MARCO TEORICO
Resulta importante para el propósito que nos planteamos, adentrarnos y revisar una serie de aspectos relacionados con las características evolutivas de los niños; ya que nuestra propuesta va dirigida a ellos y es importante conocer y entender las características propias de esta edad, para poder así adaptarnos a ellas. En este apartado estudiamos cómo aprenden los niños en estas edades, la metodología más conveniente para que aprendan una lengua extranjera, reflexionaremos sobre si aprender inglés en estas edades resulta apropiado. Todo ello con la finalidad de conseguir un marco de referencia en el que basar nuestro proyecto de mejora educativa EN
CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO EVOLUTIVO DE NIÑOS DE 2-3 AÑOS DE EDAD. |
Es fundamental adentrarnos en el estudio de las características del desarrollo evolutivo de niños con estas edades, para poder así adecuarnos a las peculiaridades específicas de su desarrollo, y sus necesidades.
Los niños de 2-3 años de edad se encuentran, según Piaget (1963) en el estadio preoperacional, en el que aparecen las siguientes características:
Tienen un pensamiento egocéntrico, todo gira alrededor suyo. No son capaces de ver, ni entender el punto de vista de otros, ni tampoco ponerse en su lugar. Interpretan el mundo sólo bajo su propia perspectiva.
Aumentan la memoria a corto plazo.
Aumenta poco a poco su tiempo de atención.
Empiezan a realizar las primeras seriaciones.
Aparecen los primeros análisis, comparan propiedades de los objetos, los agrupan en función de un modelo, una característica o propiedad.
Empiezan a adquirir conceptos espaciales: delante/detrás, arriba/abajo.
No son capaces de definir objetos, los señalan o explican para qué sirven, pero no los definen.
Son capaces de utilizar imágenes mentales, es decir, son capaces de evocar un objeto sin que esté presente dicho objeto. Les permite representar mentalmente los objetos, es lo que Piaget denomina la capacidad de realizar operaciones mentales.
No entienden el proceso de reversibilidad, es decir, comprender que una cosa que ha sido cambiada puede volver a su estado original.
Se centran más en estados que en transformaciones. Éstas aún no son capaces de entenderlas con claridad.
Los niños se centran en una sola dimensión de los objetos o las situaciones. Normalmente en la más notable, aunque no sea la más importante.
En estas edades se produce una “explosión” del lenguaje oral. Es cuando se producen expresiones orales algo más elaboradas y largas que en los primeros meses de vida. Aunque todavía son normales faltas de articulación, de diferentes tiempos verbales. La lengua extranjera suele ir también apareciendo si el niño ha estado expuesto a ella el tiempo suficiente para que se produzca su aprendizaje y por consiguiente su paulatina producción oral.
Aparece el juego simbólico, utilizan los juguetes y llevan a cabo juegos para entender la realidad y van comprendiendo el mundo adulto. Les puede servir también como vía de escape para canalizar sus miedos y temores.
Utilizan la estrategia de ensayo y error para enfrentarse a problemas, es decir, van ensayando y probando; hasta que dan con la respuesta.
Básicamente aprenden por imitación, de ahí la importancia de la actuación del maestro dentro del aula; ya que se convierte en un modelo a imitar. Este punto creemos que resulta crucial, a la hora de dirigirse a los niños en inglés, el profesor debe cuidar meticulosamente su pronunciación y entonación; así como elaborar frases con estructuras adecuadas y patrones gramaticales correctos y utilizar un vocabulario variado y acorde a la edad de los alumnos. No debemos olvidar nunca que somos la referencia para nuestros alumnos.
Se diferencian del resto de los objetos, sobre todo alrededor de los 3 años, empiezan a tener una idea clara de su cuerpo.
Otro autor que resulta importante citar a la hora de hablar de las características de los niños en estas edades es Vygotsky (1993). Los niños están muy influenciados por el contexto sociocultural en el que viven, es decir, tal y como Vygotsky afirma, los niños se encuentran poderosamente influidos por las personas que los rodean. Desde el nacimiento, el bebé está rodeado de individuos que interpretan sus acciones, las dotan de significado y las van modificando. Nuestras conductas suceden en escenarios sociales, por lo tanto, los medios de socialización y la cultura ejercen una gran influencia en el desarrollo de los niños. Para Vygotsky el lenguaje es una herencia cultural, de ahí la gran importancia de la escuela, y de los maestros particularmente, como agentes sociales. El aprendizaje se da como resultado de la interacción social. Vygotsky considera que el profesor debe centrarse en lo que el niño es capaz de hacer con la ayuda de un adulto o de un compañero aventajado, aparece así el término de Zona de Desarrollo Potencial. Es aquello que el alumno es capaz de realizar con ayuda. El maestro ocupa así un lugar importantísimo en el aprendizaje y en particular en el aprendizaje del inglés de nuestros alumnos.
Todos estos aspectos habrá que tenerlos en cuenta a la hora de proponer mejoras en el proyecto educativo existente para transformarlo en un proyecto educativo bilingüe en inglés, y poder así garantizar una enseñanza bilingüe de calidad. Es decir, una enseñanza que se ajuste a estas particularidades, para que pueda así, ofrecer una respuesta acorde a las necesidades concretas que plantean los niños con estas edades. Una vez visto las características del desarrollo que presentan nuestros alumnos, el siguiente paso será adentrarnos y analizar cómo aprenden los niños en estas edades, qué estrategias utilizan cuando se enfrentan a nuevos aprendizajes. Aunque ya se han introducido algunos comentarios generales de cómo aprenden los niños al hablar de Piaget y Vygotsky, nos interesa adentrarnos más específicamente en las particularidades del aprendizaje de nuestros futuros alumnos.
1.1. CÓMO APRENDEN LOS NIÑOS DE 2-3 AÑOS DE EDAD. |
Aunque cada niño tiene su propio desarrollo y cada uno es único y diferente, existen unas pautas generales que son características de los niños con estas edades en cuanto a cómo aprenden; a cómo se enfrentar a nuevos aprendizajes.
Los niños no pueden concentrarse durante un largo periodo de tiempo, por lo que hay que planificar actividades cortas y variadas. Cada cinco o diez minutos se aconseja variar o modificar la actividad. Éstas han de ser creativas, imaginativas, se tienen que utilizar canciones, rimas, juegos, etc. que les entusiasmen y así conseguir su atención. Hay que tener en cuenta que:
El tamaño grande, llama más la atención que los objetos pequeños, por lo que cuando les enseñemos cuentos, tarjetas, flashcards, etc. deben tener un tamaño lo suficientemente grande para que los niños los puedan observar con facilidad.
El color resulta más atrayente, frente al blanco y negro. Tendremos así, que intentar que las ilustraciones e imágenes que les enseñemos sean en color para llamar su atención.
Estímulos novedosos atraen más su atención. Por lo que habrá que ir variando los objetos, juguetes, tarjetas, cuentos, etc. en general todo el material que vayamos trabajando con ellos, así conseguiremos mayor motivación dentro del aula.
La posición superior izquierda de nuestro campo visual capta primero la atención. Por lo tanto, lo que queramos que capte más su atención lo tendremos que colocar en este lugar.
La intensidad alta del estímulo suele captar más su atención; así que lo tendremos en cuenta cuando les propongamos actividades, tales como audiciones. Es conveniente escuchar canciones, cuentos en inglés a diario, ya que, la alta exposición a los mismos les facilita su comprensión y aprendizaje. Eso sí, variando los materiales para no caer en baja motivación por aburrimiento. Sin embargo, hay que señalar que resulta muy motivante a los niños volver a ver cuentos que ya se han visto y conocen, volver a cantar canciones que ya se saben, etc. Es decir, será el profesor quien valore cuándo introducir nuevos recursos o seguir trabajando los mismos para conseguir niveles altos de atención y motivación por parte de los alumnos.
A los niños les gusta mostrar sus emociones y hablar y comentar sucesos sobre sí mismos. Les tendremos que dar la posibilidad dentro del aula de mostrar cómo se sienten. De que nos cuenten lo que han hecho fuera del aula. Se les tendrá que enseñar vocabulario acorde para tal fin. Claro está que este proceso no resulta fácil ni rápido de conseguir, los niños necesitan tiempo para aprender a expresarse en inglés, pero poco a poco irán respondiendo en inglés a preguntas sencillas que les hagamos. Un vocabulario acorde como happy y sad les ayudará para poder expresar sus sentimientos.
Los niños en estas edades aprenden con facilidad y rápidamente. Pero su memoria principalmente funciona a corto plazo. Es primordial, por lo tanto, realizar actividades para repasar los contenidos vistos y afianzar así los aprendizajes. A la hora de programar los contenidos que queremos enseñar, tendremos que planificar cada varias sesiones, algunas en las que se repasen y asienten contenidos ya vistos en pasadas ocasiones. Los niños necesitan sentirse seguros. Uno de los aspectos que genera mayor seguridad a los niños es poder predecir qué sucederá a continuación. Por lo tanto, son claves las rutinas en los aprendizajes de los niños y por supuesto en el aprendizaje de una lengua extranjera, en este caso el inglés. Durante las rutinas de aseo, limpieza, o alimentación, los niños aprenderán con la facilidad expresiones y vocabulario en inglés que se utiliza a diario con ellos (“go to the toilet”, “wahs your hands, please”, etc).
Toda esta información será crucial a la hora de elaborar actividades y propuestas con los alumnos. Tendremos que adaptarnos a estas características generales de nuestros alumnos, pero resulta primordial, por supuesto, atender a las peculiaridades de cada uno, teniendo en cuenta los conocimientos previos de los alumnos, su desarrollo intelectual y madurativo, adaptando nuestra metodología personalizando, para que la enseñanza sea de calidad y eficaz. Esto se consigue estando atentos a las demandas personales de cada uno, respetando sus diferentes ritmos de aprendizaje y adecuando nuestra enseñanza a cada uno de nuestros alumnos.
Una vez vistas estas particularidades, la falta de concentración, lo que más les llama su atención (tamaño, color…), lo que les gusta mostrar y de qué hablar, cómo funciona su memoria y la necesidad de seguridad, resulta conveniente investigar sobre qué método puede ser más conveniente utilizar a la hora de impartir las clases en inglés. Si tenemos en cuenta, las características de los niños en estas edades, un método que se adapta a ellas es la metodología multisensorial.
1.1. MÉTODO NATURAL EN LA ENSEÑANZA DEL INGLÉS. |
El método de aprendizaje natural se enmarca dentro de un enfoque comunicativo y multisensorial. Tal y como explican Krashen y Terrell (1983) se trata de aprender una segunda lengua de la misma manera en que aprendemos nuestra lengua materna. No interviene explícitamente el estudio, sino que aprendemos por escuchar la lengua, por estar “expuestos” a ella.
Asher (2003) recomienda para los primeros años de edad en la que los niños aprenden de forma global, utilizando todos sus sentidos y son físicamente muy activos, las actividades de Respuesta Física Total (o TPR, Total Physical Response). Se trata de un enfoque comunicativo, multisensorial y natural, en el que el niño lleva a cabo una acción en relación a una ordenada por el profesor. Comunicativo, porque se produce una comunicación entre el profesor y el alumno; multisensorial, porque el alumno pone en juego diferentes sentidos para llevar a cabo la instrucción dada por su profesor, (oído, vista, tacto); y natural porque aprenden el nuevo idioma jugando, interactuando con el profesor, igual que el alumno lo haría con sus padres.
Este método favorece el aprendizaje y la adquisición de una lengua extranjera sin una enseñanza explícita, sino utilizando las estrategias que utilizan los niños para aprender su lengua materna. Es decir, después de un tiempo prolongado a la exposición de una lengua, primero se produce una comprensión de la misma, hasta que poco a poco aparece su expresión. Es por lo tanto normal, un período previo de silencio, a la expresión oral de una lengua, tal y como explica Krashen (1985). Es necesario comprender primero para poder hablar. Este periodo varía de un alumno a otro, el profesor debe ante todo, respetar este silencio y para fomentar que dure poco, deberá crear un clima cómodo y alegre durante las clases; así el alumno se sentirá más seguro para poder comunicarse oralmente. Crear un ambiente no amenazante para el alumno resulta importante para aumentar la confianza en uno mismo. Una buena manera de trabajar en las clases es por parejas o en grupos, sobre todo en las actividades que requieren producción oral, ya que el niño se siente protegido y respaldado por sus compañeros. También es importante el uso de refuerzo positivo tanto en expresiones lingüísticas, con entonaciones adecuadas, e incluso con expresiones faciales de aprobación. Todo esto favorece que los niños se sientan seguros y cómodos en las actividades, potenciando su comunicación oral. Deci, Koestner y Ryan (1999) explican la importancia de la motivación tanto intrínseca (proviene de uno mismo), como extrínseca (proviene de los demás) a la hora de conseguir una atmósfera que favorezca y mejore el aprendizaje.
Los padres hablan de forma natural a sus hijos, combinando habilidades físicas y motrices, es decir, el niño responde físicamente a los mensajes de los padres. Éstos refuerzan positivamente al niño, por lo que el niño continuará asimilando la lengua, descifrando los códigos, hasta que pasado un tiempo el niño es capaz de responder al mensaje oralmente. Esta manera natural de aprender la primera lengua propone Asher (1969), es en lo que deben centrarse los maestros cuando están enseñando una segunda lengua o una lengua extranjera en clase.
El profesor debe imitar lo que los padres de forma natural realizan con sus hijos, debe hablarles de forma clara, concisa, con una buena pronunciación y utilizando un vocabulario cercano y significativo para los niños. Los niños deben responder físicamente a los mensajes del profesor, como se ha indicado mediante las actividades TPR. El profesor tiene que dar las instrucciones de forma sencilla y con buena pronunciación, tiene que ofrecer el modelo para que los alumnos puedan imitarle y corregirles en el caso que sea necesario.
Este método tiene una serie de ventajas para nuestros alumnos. Les resulta divertido y ameno en general, pero sobre todo es particularmente adecuado para los niños kinestésicos (los niños inquietos y con dificultades para permanecer quietos aún en cortos periodos de tiempo) que disfrutan enormemente con la dinámica que se establece, al no tener que permanecer sin moverse en sus asientos. Además, este tipo de actividades, pese a ser planificadas y diseñadas para cumplir unos objetivos de enseñanza, no necesitan una preparación explicita por parte del profesor, que puede ir adaptándose a las demandas y preferencias de la clase. Por otra parte, no se requiere un aula con ninguna cualidad especial para llevarlas a cabo, por lo que en cualquier espacio se pueden trabajar.
Algunos ejemplos que se pueden citar llevando a cabo este tipo de actividades son: el profesor da una orden (“clap your hands”, “point to the table”, etc) y la lleva a cabo junto con sus alumnos, en un segundo momento puede dar la orden y que sean los propios niños los que la lleven a cabo sin que el profesor intervenga motrizmente, por último se puede complicar aún más, realizando el profesor algo distinto a la orden verbal y que sean los alumnos los que se den cuenta que no lo ha hecho correctamente.
El profesor también puede contar historias a los niños, en las que va haciendo partícipe a los alumnos en la medida en que van dramatizando, sonorizando el cuento. Lo que se conoce como TPR StoryTelling (Bernal & García, 2010; Marsh, 1998), los alumnos aprenden vocabulario contextualizado en una historia, esto facilita y potencia su aprendizaje.
1.1. IMPORTANCIA DEL APRENDIZAJE DEL INGLÉS EN EDADES MUY TEMPRANAS. |
En estas primeras edades, los niños son especialmente sensibles al aprendizaje de lenguas y pueden usar para aprender una lengua extranjera, en este caso el inglés, los mecanismos que usan cuando están aprendiendo su lengua materna. Esto es así debido a la plasticidad del cerebro (Blakemore, 2007), puesto que hasta la adolescencia aún no se ha producido la especialización de los dos hemisferios (lateralización) y ayuda y facilita el aprendizaje del inglés (y de otras lenguas).
Aprendiendo inglés en edades tempranas, se consigue aumentar las conexiones neuronales, al tiempo que se aprende a un ritmo más rápido y con mayor facilidad. Esto sucede porque, tal y como Piaget indica (1963), existen unos períodos críticos que permiten y facilitan el logro de ciertos aprendizajes. Por lo que, sin lugar a dudas, determinados aprendizajes pueden ser realizados de forma mucho más sencilla y directa en determinados períodos sensibles.
Por otra parte, Montessori (1994) señala que los niños durante su crecimiento pasan por momentos en los que muestran un mayor interés por ciertas actividades y conocimientos. Y así sucede con el aprendizaje de las lenguas, el período sensible para aprender idiomas abarca entre 1 y 5 años de edad. No quiere decir que después de estas edades no podamos aprender otras lenguas, como el inglés, sino que encontraremos más dificultad para llegar a conseguir un dominio de la nueva lengua y no lo aprenderemos de forma tan natural. Utilizaremos otras estrategias para aprender inglés, utilizando otras vías cerebrales, con mayor presencia del metalenguaje (Blakemore & Frith, 2007); y jugará un papel muy importante la motivación que el alumno ponga en su aprendizaje. La motivación tiene dos dimensiones la dirección, es decir la acción particular que hacemos; y la intensidad y magnitud, que se refiere al esfuerzo y a la perseverancia. La motivación incluye diferentes motivos, tales como la aptitud, la actitud, necesidades económicas, creencias, valores y necesidades físicas. Estos determinan cómo los estudiantes se enfrentan al proceso de aprendizaje.
Además, es importante también señalar, que el aprendizaje temprano de segundas lenguas y lenguas extranjeras favorece el desarrollo de diversas habilidades como el pensamiento crítico, la flexibilidad de la mente y la creatividad (Pinter, 2009).
La comunidad europea en materia de multilingüismo recomienda el aprendizaje temprano de lenguas, ya que mejoran las destrezas comunicativas tanto de la lengua materna como un mejor desarrollo de otras áreas de desarrollo. Es por lo que se recomienda al menos el aprendizaje de otra lengua, aparte de la materna en edades tempranas.
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